lunes, 23 de marzo de 2015

VISION DEL CONFLICTO

Tu visión del conflicto

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El modo como veas el conflicto también va a influir en cómo se desarrolle. Si a través de las experiencias vividas desde tu infancia, has aprendido a temer el conflicto y a verlo como una gran amenaza o como algo destructivo, entonces le tendrás miedo y no sabrás cómo manejarlo, tendiendo a huir y a no resolver los problemas.
Si percibes el conflicto como una humillación o has tenido experiencias en las que el conflicto ha llevado a menudo a insultos, violencia o maltrato, puedes percibirlo como algo traumático y reaccionar con gran ansiedad o una ira defensiva.
La visión más realista del conflicto es aquella que lo percibe como dos personas que tienen necesidades opuestas que chocan entre sí y que necesitan hablar, conocer sus necesidades y llegar a un acuerdo que tenga en cuenta las necesidades de ambos. Es decir, el conflicto es visto como un problema para el que hay que encontrar una solución cooperando con la otra persona.

Qué hace una persona que responde de modo adecuado ante un conflicto
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  • Tiene en cuenta las necesidades del otro tanto como las suyas.
  • Sus reacciones son calmadas y sus emociones no son intensas ni descontroladas.
  • Trata a la otra persona con respeto, evitando comentarios que puedan herirle.
  • Tiene una mayor disposición a perdonar y a olvidar el pasado sin guardar resentimiento.
  • Intenta afrontar el problema sin huir y buscar soluciones que tengan en cuenta las necesidades de todos los implicados.
Los conflictos estancados
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Cuando una persona tiene miedo al conflicto, tiende a evitarlo, pero eso no hace que desaparezca, sino que permanece ahí, sumergido, dañando la relación. En una pareja, por ejemplo, puede suceder que uno de los dos (o ambos) critique al otro por cosas que realmente no tienen importancia, como su modo de poner la mesa. Lo que sucede en este caso es que el verdadero conflicto, es decir, lo que realmente te está haciendo sentir mal permanece oculto, sin hablarse, bien porque le tienes miedo al conflicto o bien porque cada vez que lo intentas tu pareja lo evita, o bien porque intentar hablarlo solo trae discusiones que no van a ninguna parte.
Es decir, hay un estancamiento del conflicto, que permanece sin solución. En estos casos, lo mejor es que ambos habléis con una tercera persona que tome parte en la resolución del problema y os ayude, ya sea un amigo o familiar, o bien un psicólogo. En algunos casos puede basta una única sesión con un psicólogo para resolver un problema que, de seguir sin afrontarse, podría hacer peligrar el futuro de la relación. Una tercera persona puede ayudar a poner las cartas sobre la mesa sin que se descontrole la situación y llegar a la raíz del verdadero problema.

La importancia del lenguaje no verbal

Tendrás más éxito para resolver conflictos si prestas atención al lenguaje no verbal de la otra persona y tratas de ver cómo se está sintiendo y de entender por qué. ¿Está percibiendo el conflicto como una amenaza? ¿Está a la defensiva porque se siente atacada y despreciada? ¿Está teniendo reacciones exageradas porque tiene miedo al conflicto? Y, por supuesto, observa también tus propias reacciones y, si ves que no reaccionas de un modo adecuado, pregúntate que está pasando. Siempre puedes optar por decir: "Preferiría que lo habláramos mañana, ahora me siento demasiado nervioso como para tratar este tema con calma", y así poder centrarte y pensar con tranquilidad.

sábado, 21 de marzo de 2015

NORMATIVIDAD

Teniendo en cuenta las teorias, es importante soportar con argumentos de la ley, las diversas alternativas para la solucion de los conflictos en nuestro diario vivir.

http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=48366http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=6668

CONFLICTO Y MEDIACION

Este video es de gran importancia ya que es teorico practico debido a que coadyuva a un facil aprendizaje, y entendimiento sobre los temas realacionados  con el mismo.

PAGINA COMPLEMENTARIA

https://www.unincca.edu.co/permanencia/resolucionconflictos/1tip.html

ESTRATEGIAS PARA LA SOLUCION DE CONFLICTOS

Stephen Robbins entiende el conflicto como “Un proceso que se  inicia cuando una parte percibe que otra la ha afectado de manera negativa o que está a punto de afectar de manera negativa, alguno de sus intereses” .

También tener en cuenta que un conflicto requiere de dos o más personas o grupos que interactúen teniendo una relación de doble sentido donde A se comunica con B, y B se comunica con A.
Pues bien, Kenneth Thomas y Ralph Kilmann nos identifican 5 estrategias para resolver un conflicto, donde cada una de ellas se puede utilizar dependiendo el grado de asertividad y cooperación exhibido por las partes implicadas. Estas son:
- La colaboración, que intenta satisfacer por completo a todo el mundo. Ésta requiere de alta asertividad y colaboración por ambas partes implicadas.
- La acomodación donde se nos indica la voluntad de una de las partes de satisfacer las necesidades de la otra dando igual las suyas propias. Requiere de mucha cooperación y casi ninguna asertividad.
-El compromiso, la reina de las estrategias para resolución de conflictos donde conseguimos un equilibrio en ambas partes y donde se garantiza que todos queden satisfechos.
-La competencia, donde se garantiza que una persona gana a expensas de todas las demás. ¿Que opináis de esta estrategia vosotros?
-La evasión, que se concibe cuando queremos evitar el problema aunque signifique que ninguna de las partes se quede satisfecha.
Los autores defienden que cuando una persona es consciente de las distintas categorías arriba citadas, puede seleccionar la estrategia que más le sea apropiada para solucionar cada nuevo enfrentamiento que se le plantee.
¿Pero como llevar todo esto a la practica?
Aquí os dejo unas cuantas “perlas” para que os guiéis en la solución y puesta en escena del conflicto que deseéis.
- No intentes evitar el problema. Resuélvelo. Si los vamos resolviendo a medida que van originándose, eliminaremos futuras causas de conflicto.
- Comienza identificando tu propia reacción instintiva ante un conflicto. Lo puedes hacer pensando en cómo has gestionado un par de situaciones conflictivas anteriores, siendo sincero en la valoración.
- En cuanto sepas el anterior paso y seas consciente de como actúas, aborda las nuevas situaciones difíciles con respeto y calma mostrándote amable con la otra persona y escuchando con atención lo que tenga que decir. El hecho de que tenga una postura diferente a la tuya no significa que sea agresiva o negativa.
- Expón los hechos y establece aquellos puntos en los que podríais estar de acuerdo. A continuación explora las distintas alternativas a tu alcance, estableciendo algunos objetivos y plazos que ambos podáis acordar, trabajando para cumplirlos.
- A medida que avancéis, se desarrollará un vinculo entre vosotros de confianza mutua, entendimiento y comprensión, facilitando la posibilidad de abordar cualquier problema que aún podáis tener para solucionar el conflicto.
- Evita siempre la confrontación y concéntrate en el asunto, no en la persona. Esto evitará que un problema simple acabe en una acalorada disputa.
 Es muy bueno, como último consejo a la hora de solucionar y gestionar adecuadamente un enfrentamiento, realizarnos de forma personal las siguientes preguntas cuando nos encontremos de cara la situación:
- ¿Soy demasiado agresivo o demasiado débil cuando me enfrento a un conflicto?
- ¿Necesito mas conocimiento o practica en la gestión del enfado o la asertividad?
Espero que estas geniales pautas y estrategias os liberen de más de una situación que os esté estancando o bloqueando el día a día. Liberarnos de las barreras por muy pequeñas que puedan ser es uno de los pasos necesarios para una vida emocionalmente sana. 

Sabes diferenciar un problema de un conflicto???


Sabes diferenciar un problema de un conflicto?

La mayoría de ocasiones en las que nos enfrentamos a problemas interpersonales, la falta de éxito en la resolución es tan solo una cuestión de “definición”. Cuando nos enfrentamos a una situación difícil, nuestras emociones negativas se disparan y a veces nublan todo aquello que sí es importante, conduciéndonos a la total paralización frente a la dificultad. De repente nos sentimos atrapados, ahogados, no encontramos soluciones pero… ¿Frente a qué estamos?

Sabes lo que es un conflicto?

Se trata de dos puntos de vista (mínimo) diferentes frente a una misma situación. No es más que eso. Por lo tanto… ¿Cuántos conflictos atravesamos a lo largo de un día? Los conflictos nos rodean, viven con nosotros, son parte del ser humano y además son una potente fuente de aprendizaje… si están bien enfocados. Como diría Freud: “Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos”.
Por lo tanto, tenemos que aceptarlos y saber gestionarlos.
  Pero... 

...Cuál es la solución de un conflicto?

Lo obvio a veces es lo más importante: la resolución de un conflicto es tan simple y tan compleja como “llegar a un acuerdo”. A veces nos enroscamos en discusiones eternas que no llevan a ninguna conclusión, solo por tener “la razón”, cuando en la mayoría de ocasiones “la razón” es totalmente secundaría, casi todos los conflictos a los que nos enfrentamos puede ser resueltos mediante un acuerdo.
Los acuerdos implican que las dos partes, hay que hacer hincapié: las dos, deben renunciar a algunos conceptos, a alguna prioridad, para conseguir el bien común… Toda resolución acarrea consecuencias, pero esas consecuencias no invalidan el acuerdo, es decir: me enfrento, negocio, y pierdo una parte a la vez que gano otra. La parte que pierdo es solo una consecuencia, por lo tanto no tiene el poder de hacer tambalear el acuerdo. 
Pero...

...Qué pasa si el conflicto es interno? 

Parece más complejo pero en esencia es la misma estructura: tengo dos puntos de vista diferentes frente a una misma situación, entonces, ¿Qué pretendo? La respuesta es la misma: sí, llegar a un acuerdo. Para ello tengo que valorar alternativas y adoptar una decisión, aunque ésta conlleve consecuencias que impliquen pérdidas. Las pérdidas son asumibles, pues las ganancias se valoraron en conjunto y el saldo salió positivo. 
Por lo tanto...

...De qué sirven el autocastigo o la autocrítica? 

De nada.
Es cuestión de aceptar y validar las consecuencias. Al igual que en los conflictos que resolvemos de modo externo, nos encontramos con ganancias y consecuencias que debemos aceptar, en los conflictos internos ocurre lo mismo: la consecuencia es inherente a la resolución, por lo tanto debemos aceptarla y no castigarnos con ella contaminados por la emoción. La resolución se lleva a cabo libre de emoción, en frío y valorando las alternativas, por lo tanto la crítica que nos produce la aceptación de consecuencias no solo es innecesaria sino que también  es evitable.
Pero entonces...

...Qué es un problema?



Entendemos por problema una situación que se presenta y “en este momento”, “en este momento”, no tiene solución. 

...Qué hacemos? 


Volvemos a lo obvio y no menos importante: buscar la solución. En este caso lo primero es plantear una meta, dónde quiero llegar, cuál es mi objetivo, qué quiero conseguir.  Una vez establecida la meta, ponemos en práctica las posibles alternativas para llegar a alcanzar la solución de nuestro problema, las valoramos, las sopesamos y entonces nos ponemos en marcha. Al igual que en los conflictos la emoción actúa como enemigo paralizante. La resolución a veces será sencilla y otras no, pero  no por ello deja de ser válida nuestra meta. El camino puede ser difícil, pero seremos constantes si sabemos dónde queremos llegar.
No obstante al igual que aparecen dos tipos de conflictos (internos vs. externos), nos encontramos con dos tipos de problemas: los que tienen solución y los que no. Ya sabemos qué hacer con los primeros pero, ¿Qué pasa con los segundos?, ¿Podemos hacer algo? La respuesta es sí, y se llama aceptación. No podemos solucionar la pérdida de un ser querido ni podemos recuperar algo que se nos perdió… pero sí podemos  aceptar la realidad y hacer más pequeño su impacto en nuestras emociones, sólo así generaremos nuevas alternativas.

EL CONFLICTO.